miércoles, 23 de julio de 2014

PSICOSIS EN EL PSICOANÁLISIS

PSICOSIS  EN EL PSICOANÁLISIS


El psicoanálisis por su parte, hace una diferenciación clara entre  una estructura Psicótica, y las estructuras de la Neurosis y la Perversión. El objeto que persigue la Psicosis no hace referencia o mantiene vínculo sintomático con un  objeto del goce, como pasaría en la Perversión, ni del síntoma como ocurriría  en la Neurosis, sino que este se convierte en una suplencia de la formación delirante del Sujeto Psicótico. O surge como un punto de salida o soporte del fallo en el sujeto Psicótico  por la imposibilidad de representar o nombra a un  vacío, un enigma o un “Real” y la relación que el sujeto mantiene del lenguaje.

FREUD Y PSICOSIS 


Para Freud,  (1950) la psicosis es un conflicto con el mundo exterior que se da por el desmentimiento del padre, dado en el complejo de Edipo. El sujeto no logra una formación del inconsciente por la represión, como sucede en la neurosis, sino por el desmentimiento, como  mecanismo de defensa  de la representación de la Ley, que es lo que representa el padre. En el psicótico hay una representación insoportable, que lo desborda, y lo que hace el psicótico es desmentir esa carga desbordante y angustiante.    Freud,  (1950) dice:
La Psicosis, diferenciará una modalidad de defensa más enérgica y con más éxito en sus fines que la neurosis, aislando como mecanismo propio la ―desestimación‖ (Verwerfen) y destacando como modalidad particular de la misma la proyección. En contraposición a la neurosis, Freud (1950a), emplea ya dos acepciones distintas: desestimar (Verwerfen), en vez del término reprimir (Verdrängung), y por otra parte insoportable (Unerträglich) en vez de inconciliable (Unverträglich): ―El yo desestima (Verwinf) la representación insoportable (Unerträglich) junto con su afecto y se comporta como si la representación nunca hubiera comparecido (p.56).

Freud en el sistema económico Cuando el sujeto entra en vacío, surge la angustia enigmática, angustia que desborda al sujeto psicótico.  Pero esta representación insoportable, la defensa no funciona como tal, contra lo real, pues no alcanza la dimensión de prohibición que facilita la represión, ni tampoco, pierde su objeto de amor, por eso el sujeto psicótico se queda en un vacío que genera una angustia enigmática que al no sr descifrado ese vacío.
  En Freud en la Psicosis Paranoica, hay una inundación del mundo exterior.  El ingreso de  una representación insoportable devenientes de fuera, se instala en el pensamiento en forma desbordante provocándole al sujeto un lugar sintomático. De ahí que Freud, S. (1950) defina la paranoia como “la representación delirante se clasifica en la psiquiatría junto a la representación obsesiva como una perturbación puramente intelectual, y la paranoia junto a la locura obsesiva como psicosis intelectual” (p.246).

El propósito de defenderse de una presentación como está, de acuerdo a  Freud (1950), es que el yo no soporta su contenido desbordante, y lo que busca es proyectarla al mundo exterior, como el sumario causalistico que la misma representación determina.

PSICOSIS EN LACAN:



El hombre accede al mundo es precisamente por la posibilidad de nacer al lenguaje, y a través del lenguaje es la posibilidad de comprender las cosas. Sin lenguaje no hay mundo, y sin mundo no hay posibilidad de interpretar las cosas.  El hombre al nacer se encuentra en su estado de naturalidad enfrentado a "la cosa en si", como lo había descrito desde antiguo la filosofía, estado que  lentamente renuncia y pierde para siempre por la posibilidad de ingresar al mundo simbólico, de nombrar lo desbordante de las cosas.
El hombre ingresa al mundo, de acuerdo a Lacan,  por la introducción de un orden significante. El ingreso a dicho orden  se da por vía  de la función del significante fundamental, que es representado por el significante del Nombre del padre, que a su vez este es el significante que inscribe Al sujeto a cultura por vía de la ley prohibición del incesto y su castración simbólica.  
Este significante fundamental, que cumple la función anudadora que le posibilita al sujeto a ingresar al mundo de lo simbólico.  En el sujeto psicótico, por su parte este signo lingüístico fundante  es Forcluido. La Forclusión es un término francés que significa algo así como  la pérdida de una facultad por vencimiento de término. La función del  significante del Nombre del Padre en la psicosis nunca sucedió, o por lo menos no llegó en el instante preciso que se le requería. En esta medida el significante  precluyó,  es decir, no llegó en el momento que el sujeto lo requería para inscribirse a la prohibición del incesto y la castración, y posterior ingreso a registro de lo simbólico.
El problema de  la Psicosis, en esta medida,  de acuerdo a Lacan, J. es la imposibilidad que el sujeto psicótico tiene de representar o significar el registro de lo Real, se ve enfrentado directamente a él, desbordándole e inundándolo.  
Dicha Forclusión hace que en el  proceso de estructuración psíquica haya  una falla de anudación entre el registro de lo real y registro de lo símbolo, es decir, no hubo  una integración de los registros de lo simbólico  y lo real, siendo lo simbólica la relación significante que permite la creación de signo lingüístico, es la posibilidad de acceder al lenguaje, a la cultura, al Otro;  mientras que lo real es lo irrepresentable, es lo que está dado en la existencia, es lo que es, la cosa en sí, es lo natural en su pleno ser.

Sin embargo, El contenido Forcluido no desaparece, se mantiene como elemento simbólico en lo real.  Su manifestación se evidencia  cuanto este fallo se devela, reapareciendo en forma de elementos fundamentales como el acto alucinatorio o la formación del delirio o manifestación emocional.  Este conflicto de  lo simbólico  con  lo  real, no alcanza a hacer descifrado en términos de lenguaje, se queda en   eso innombrable que es lo real.  Precisamente en esta relación el psicótico configura una posición subjetiva de la certeza de ser que surge como proceso de re significación por medio de la formación delirante. El delirio es la salvación del psicótico por ello se le nombra como fenómenos elementales.  
En esta medida, el psicótico Es un hombre de la certeza, de un verdad absoluta, todo lo que acaece en su  mundo propio, por decirlo así,  es verdadadero, aunque para la consensualidad del mundo objetivo, o el registro de lo simbólico, no lo sea.  Por ejemplo, como lo muestra Freud, S. ( ) en el caso Schreber: «soy la mujer de Dios y he venido a crear una nueva raza de hombres».  
Lacan, J. (1988 )  «Es en un accidente de este registro y de lo que en él se cumple, a saber, la forclusión del nombre-del-padre en el lugar del otro, y en el fracaso de la metáfora paterna, donde asignamos el efecto que da a la psicosis su condición esencial, con la estructura que la separa de la neurosis.» (p. 260).


El sujeto psicótico no alcanza, pues,  a ingresar en la esfera de lo simbólico como discurso, no hay posibilidad del mismo, pues el corte le imposibilita la entrada a lo simbólico dejándole en un vacío que va estar referenciado en lo real, en una posición de lo enigmático como vacío, no como acto de trascendencia como pasa en el mito. 
Así pues, la psicosis se establece una dificultad en el lenguaje. No hay posibilidad de simbolizar. Hay una ruptura con la interpretación, no puede explicar la realidad, pero hay certeza de realidad psíquica que él no puede descifrar a través del  significante. Si se evidencia la ruptura, hay una desarticulación y viene el conflicto, llevándole desesperadamente en a tratar de anudarlo.  
Cuando este fallo se  evidencia devela al sujeto, fragmentándolo y dejándolo en un vacío que   lo  detona.  Busca un delirio como una salida a una restructuración, de resolución, de capturar eso indescifrable. Cuando el corte  nos es anudado, no es capturado y el otro muestre esta falla se convierte en perseguidor.
En esta ruptura aparece, es donde aparece  la angustia en relación a un enigma indescifrable. La angustia en esta medida surge en la psicosis en múltiples manifestaciones y en ocasiones contrarias entre sí. Pero lo más frecuente en la aparición de la angustia es cuando el sujeto psicótico concibe que el Otro estar separado del él.

El vínculo que establece el psicótico con su objeto es a través de  una suplencia, o una búsqueda de resolución del vacío en el que se encuentra.  Trata de llenar el vacío angustiante. Es tratar de darle una solución artificial de su corte, de su vacío. El psicótico consume repetitivamente para poder mantenerse en un estado de equilibrio psíquico. 

Concluyendo, la participación de los fenómenos elementales, es una forma de salir de la angustia enigmática que el sujeto psicótico se encuentra.  Es una forma de desvío del vacío en el que se halla que no lo puede explicar. El objeto angustiante y delirante  aparece como resolución a una angustia enigmática, es decir, inexplicable que desborda la conciencia del psicótico. Pero dentro de la misma psicosis la función del objeto se da de forma diferente de acuerdo a las modalidades en las se presenta la psicosis. 

De acuerdo al psicoanálisis la psicosis tiene las modalidades de la paranoia, la esquizofrenia, y la melancolía.

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