martes, 8 de julio de 2014

ESQUIZOFRENIA








LA ESQUIZOFRENIA







La Esquizofrenia es considerada por la Psiquiatría y/o Modelo Médico, como uno de los Trastornos Mentales más grave y deteriorante que puede padecer un ser humano. Es considerado nosológicamente, por los dos Manuales Estadísticos de Psicopatología (DSM VI TR Y EL CIE 10) como un cuadro patógeno cuyos criterio diagnóstico está compuestos principalmente por tres grupos de síntomas, a saber: los síntomas positivos (compuestos por alucinaciones, delirios, lenguaje desorganizado, y movimientos catatónicos), síntomas negativos  (afectivos como la abulia, la anodinia, Aplanamiento afectivo, Alogia, Lenguaje usarro ), y síntomas cognitivos (limitaciones o perdidas de facultades de pensamientos, lenguaje, memoria, aprendizaje, et).


En estos dos manuales se describe un proceso de clasificación y categorización de los diferentes trastornos mentales,  en la que la esquizofrenia es definida como  “una alteración que persiste durante por lo menos 6 meses e incluye por lo menos 1 mes de síntomas de la fase activa (p. ej., dos [o más] de los siguientes: ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado, comportamiento gravemente desorganizado o catatónico y síntomas negativos). También se incluyen en esta sección las definiciones para los subtipos de esquizofrenia (paranoide, desorganizada, catatónica, indiferenciada y residual).”(DSM  IV TR). “se caracteriza por distorsiones fundamentales y típicas de la percepción, del pensamiento y de las emociones, estas últimas en forma de embotamiento o falta de adecuación de las mismas. En general, se conservan tanto la claridad de la conciencia como la capacidad intelectual, aunque con el paso del tiempo pueden presentarse déficits cognoscitivos. El trastorno compromete las funciones esenciales que dan a la persona normal la vivencia de su individualidad, singularidad y dominio de sí misma. El enfermo cree que sus pensamientos, sentimientos y actos más íntimos son conocidos o compartidos por otros y pueden presentarse ideas delirantes en torno a la existencia de fuerzas naturales o sobrenaturales capaces de influir, de forma a menudo bizarra, en los actos y pensamientos del individuo afectado. Este se siente el centro de todo lo que sucede”. (CIE 10).




También la nosología permite clasificar a la esquizofrenia por subtipos, de acuerdo al CIE 10 son los siguientes:

F20.1 Esquizofrenia Hebefrénica

Forma de esquizofrenia en la que los trastornos afectivos son importantes, las ideas delirantes y las alucinaciones son transitorias y fragmentarias y es frecuente el comportamiento irresponsable e imprevisible y los manierismos. La afectividad es superficial e inadecuada y se acompaña con frecuencia de risas insulsas o sonrisas absortas como de satisfacción de sí mismo, de un modo despectivo de actuar, de muecas, manierismos, burlas, quejas hipocondriacas y de frases repetitivas. El pensamiento aparece desorganizado y el lenguaje es divagatorio e incoherente. Hay una tendencia a permanecer solitario y el comportamiento carece de propósito y de resonancia afectiva. Esta forma de esquizofrenia comienza por lo general entre los 15 y los 25 años de edad y tiene un pronóstico malo por la rápida aparición de síntomas negativos, en especial de embotamiento afectivo y de abulia.


F20.2 Esquizofrenia catatónica

Presencia de trastornos psicomotores graves, que varían desde la hipercinesia al estupor o de la obediencia automática al negativismo. Durante largos períodos de tiempo pueden mantenerse posturas y actitudes rígidas y encorsetadas. Otra característica llamativa de este trastorno es la excitación intensa.

F20.3 Esquizofrenia indiferenciada

Conjunto de trastornos que satisfacen las pautas generales para el diagnóstico de esquizofrenia (ver la introducción a F20) pero que no se ajustan a ninguno de los tipos F20.0-F20.2 o presentan rasgos de más de uno de ellos, sin que haya un claro predominio de uno en particular. Esta categoría deberá utilizarse únicamente para los cuadros psicóticos (excluyendo, pues, a la esquizofrenia residual, F20.5, y a la depresión postesquizofrénica, F20.4) y sólo después de haber intentado clasificar el cuadro clínico en alguna de las tres categorías precedentes.

F20.4 Depresión postesquizofrénica

Trastorno de tipo depresivo, a veces prolongado, que surge después de un trastorno esquizofrénico. Durante él pueden persistir algunos síntomas esquizofrénicos, pero no predominan en el cuadro clínico. Estos síntomas esquizofrénicos persistentes pueden ser "positivos" o "negativos", aunque estos últimos son los mas frecuentes. Rara vez son lo suficientemente graves o duraderos para satisfacer las pautas de un episodio depresivo grave (F32.2 y F32.3) y a menudo es difícil decidir qué síntomas del enfermo son debidos a una depresión, cuáles a la medicación neuroléptica y cuáles son expresión del trastorno de la voluntad y del empobrecimiento afectivo de la esquizofrenia por sí misma. Estos estados depresivos se acompañan de un alto riesgo de suicidio.

F20.5 Esquizofrenia residual

Estado crónico del curso de la enfermedad esquizofrénica, en el que se ha producido una clara evolución progresiva desde los estados iniciales (que incluyen uno o más episodios con síntomas psicóticos que han satisfecho las pautas generales de la esquizofrenia) hacia los estadios finales caracterizados por la presencia de síntomas "negativos" y de deterioro persistente, aunque no necesariamente irreversibles.
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F20.6 Esquizofrenia simple

Trastorno no muy frecuente en el cual se presenta un desarrollo insidioso aunque progresivo, de un comportamiento extravagante, de una incapacidad para satisfacer las demandas de la vida social y de una disminución del rendimiento en general. No hay evidencia de alucinaciones y ni de ideas delirantes y el trastorno es no tan claramente psicótico como los tipos hebefrénico, paranoide y catatónico. Los rasgos "negativos" característicos de la esquizofrenia residual (por ejemplo, embotamiento afectivo, abulia) aparecen sin haber sido precedidos de síntomas psicóticos claramente manifiestos. El creciente empobrecimiento social puede conducir a un vagabundeo, los enfermos se encierran en sí mismos, se vuelven ociosos y pierden sus objetivos.
F20.9 Esquizofrenia sin especificación


De otra parte, las neurociencias y psiquiatría,  explican que la etiología  de la enfermedad, es decir, sus causas,  se deben a factores neuroquímicos principalmente. No obstante, hay otras hipótesis que consideran que se deben a factores genéticos,  alteraciones inmunológicas como afectaciones perinatales o infecciones virales o un virus en el cerebro, o por alteraciones de la estructura y funcionamiento encefálico. Otros consideran que se debe a alteraciones Diatéticas, consumo de sustancias,  ambientales, etc. No obstante ninguna de la postura ha logrado establecerse como paradigma científico aceptado por la comunidad médica, ya que la esquizofrenia sigue siendo un enigma para la ciencia.

En esta medida, se piensa que  las causas de la esquizofrenia  aún no están muy clara,  ni verificada en su totalidad.  Se cree considerablemente que su  aparición se debe  a factores genéticos, ambientales, virales, sociales y/o a alteraciones bioquímicas, entre otra, pero ninguna de las hipótesis sustentadas ha podido ser verificadas y contrastadas empíricamente donde alcance el consenso mundial de la comunidad científica.
 Sin embargo una de las hipótesis que más ha predominado y ganado un lugar fuerte en los procesos de normalización y legitimación tanto en la discursividad de los saberes de corte cientifisista, como en los contextos socioculturales ha sido la psiquiatría y su modelo médico  y  los saberes que se adhieren a este. Se considera y reduce a la esquizofrenia como un epifenómeno, es decir, una enfermedad producto de alteraciones e irregularidades del quimismo cerebral, de base meramente biológica. Se considera que la sintomatología de la esquizofrenia se debe a una alteración principalmente en el funcionamiento de los neurotransmisores y sus receptores.

La alteración en el  neurotransmisor de la Dopamina es el principal responsable en la esquizofrenia. La Dopamina,  es una catecolamina que está implicada en el comportamiento y la cognición, la actividad motora, la motivación y la recompensa, la regulación de la producción de leche, el sueño, el humor, la atención, y el aprendizaje.

 Se le encuentra en diferentes receptores cerebrales clasificados como como los D1, D2, D3, D4 Y D5. Siendo el D1 relacionado con un efecto activador Y D2 con un efecto inhibidor. Se considera que en la esquizofrenia hay una hiperactivación Dopaminergica en la vía  Mesolímbica como causante de los síntomas positivos, y de los negativos se debería a una hipofunción Dopaminérgica Mesocortical.
Desde esta modelo se considera como forma más plausible de tratamiento, la farmacología, principalmente por los neurolépticos o antipsicóticos (típicos o a típicos), acompañados en ocasiones por estabilizadores de ánimo, anticonvulsivos, etc. También se utiliza aún terapia electro convulsiva, y terapias psicosociales y de rehabilitación. Este tipo de medicamento se subdividen en dos grupos a saber: los neurolépticos o antipsicóticos típicos. Los primeros eran efectivos para el control y contención de los síntomas positivos, pero generaban efectos adversos demasiados fuerte, como eran los efectos extrapiramidales, mientras que los segundos, tienen efecto en síntomas positivos, muy leves en negativos y sus efectos adversos son más reducidos



ANTIPSICOTICO TIPICO
FENOTIAZINAS ALIFATICAS
CLORPROMAZINA
LEVOMEPROMAZINA
FENOTIAZINAS PIPERIDIMICAS
TIORIDAZINA
FENOTIAZINAS PIPERAZINICAS
PERFENAZINA
FLUFENAZINA
BUTIROFENOMAS
HALOPERIDO
DIFENILBUTILPIPERIDINAS
LOXAPINA
BENZAMIDAS SUSTITUIDAS
SULPRIDE
ANTIPSICOTICOS ATIPICOS
CLOZAPINA
RISPERIDONA
OLANZAPINA
QUETIAPINA
ZIPRAZIDONA
AMISULPRIDE
ARIPRAZOL













De otro lado, para el psicoanálisis es considerada a la esquizofrenia como una modalidad de la psicosis, al igual que la paranoia y la melancolía. Su  posición subjetiva se  caracteriza por  su certeza de ser y mecanismo de defensa o por lo menos el factor estructurante es la Forclusión o denegación del nombre del padre, significante primordial que impide el ingreso al Otro que es lenguaje y/o registro de los simbólico, teniendo una relación directa con un real.  Su delirio principal está centrado en una fragmentario del cuerpo, acompañado  por una diversidad de fenómenos elementales tales como: alucinaciones: incoherencia de pensamiento, la acción y afecto. Ideas delirantes (alucionaciones). Lenguaje desorganizado con descarrilamiento frecuente o incoherente. Comportamiento catatónico. Síntomas negativos: Aplanamiento afectivo, abulia. Alogia. Lenguaje usarro, etc.

El psicoanálisis considera como forma de tratamiento la creación de un artificio llamado como suplencia, es decir, la incorporación de un significante anudador de los registros,  que le permita direccionar su delirio. No obstante, es riesgoso cuando éste falla por que le devela su delirio, es decir, le muestra su falla volviéndose nuevamente a su  proceso de resignificación en que se convierte el delirio,  volviéndose un detonante y por ende poner en riego al acompañante como lo es el analista, pues se vuelve perseguido. De otra lado, desde la psicología analítica se piensa que el tratamiento que se debe lograr es que el encuentre sentido al enigma en el que se ve enfrentado posibilitando la creación de símbolos a través que una experiencia artística que permitiría   con más facilidad la construcción de puntos de anclaje.

Desde este punto de vista una línea de psicólogos hemos optado, por esta última forma de tratamiento.










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